Ella misma se considera un auténtico desastre, y es que hasta los hijos de Reme se lo dicen… no le dura un móvil ni dos meses, o se le cae al cubo de la fregona, o los mete a la lavadora, o incluso un día se le cayó dentro de la freidora. Su familia ya ha optado por darle los móviles «ladrillo» para que los utilice…