¡A quién se le ocurre!! Pues a Patri… que estuvo un tiempo trabajando en un barco, y cuando terminaron el crucero pues ella y sus compañeras decidieron hacerse unas fotillos para el recuerdo. Y claro a Patri se le ocurrió la genial idea que subirse al paino del salón, en frente de todos sus jefes, con tan mala suerte que se calló… con las patas para arriba… ¡QUÉ VERGÜENZA!