El rebujito: la bebida que no falta en ninguna feria

Esther Morales

¿Sabías que el rebujito tiene origen británico? La historia de la bebida más andaluza

Cuando llega la Feria de Abril o cualquier celebración en Andalucía, hay cosas que no pueden faltar: las sevillanas, los volantes, el albero, la buena música… y, por supuesto, el rebujito. Refrescante, suave y alegre, esta bebida se ha convertido en la reina de las casetas, acompañando los brindis y las risas hasta bien entrada la madrugada.

Pero ¿de dónde viene el rebujito? ¿Cómo ha llegado a ser tan imprescindible en nuestras ferias?

De Inglaterra… a Sevilla

Aunque parezca mentira, el rebujito tiene raíces muy lejanas. Allá por el siglo XIX, en la Inglaterra victoriana, se puso de moda una bebida que se conocía como Sherry Cobbler. Era una mezcla de vino de Jerez con soda, hielo picado y frutas, que los británicos tomaban con pajita. Suena familiar, ¿verdad?

Esa costumbre de mezclar vino de Jerez con algo más ligero y dulce viajó y se fue transformando con el tiempo. Y fue, en Andalucía, donde se encontró con su mejor versión.

Granada: una feria, una idea, y el primer rebujito

Cuentan que fue en la Feria del Corpus de Granada, en 1985, cuando realmente nació el rebujito tal y como lo conocemos hoy. En la caseta del Colegio de Farmacéuticos —llamada “La Rebotica”— se quedaron sin bebida y, en un momento de inspiración (o necesidad), alguien mezcló vino de Jerez con un refresco de lima-limón. El resultado gustó tanto, que la receta se empezó a repetir una y otra vez.

De ahí, pasó rápidamente a otras ferias andaluzas, y cuando llegó a Sevilla… se convirtió en tradición.

¿Qué lleva un buen rebujito?

No tiene misterio, pero sí su arte. El rebujito se prepara mezclando vino fino o manzanilla con refresco de lima-limón, en proporción de un tercio de vino por dos de refresco. Se sirve bien frío, con mucho hielo, y hay quien le añade unas hojas de hierbabuena para darle un punto más fresco.

¿Y por qué gusta tanto? Porque es ligero, refrescante, y te permite brindar sin que se te suba enseguida. Ideal para pasar muchas horas bailando y disfrutando sin perder el ritmo.

Presente en todas las ferias

Desde los años 90, el rebujito es un fijo en las fiestas andaluzas. Donde hay música, farolillos y palmas, hay una jarra de rebujito en la mesa. Es la bebida que acompaña los reencuentros, las confesiones bajo la portada y esas noches que no se olvidan.

En diciembre de 2021, incluso la Real Academia Española reconoció su importancia incluyendo la palabra “rebujito” en su diccionario. Un gesto más que confirma lo que ya sabíamos: que el rebujito es cultura popular.

Brindemos

En estos días de feria, cuando todo se llena de color, alegría y sevillanas, el rebujito es mucho más que una bebida. Es el símbolo de un momento compartido, de una tradición que se vive y se siente con intensidad. Así que, ya lo sabes: si vas a brindar, que sea con rebujito. Y si quieres ponerle banda sonora a ese brindis, que sea con Radiolé.


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