Ana Belén, 70 años del nacimiento de una estrella

Antonio Almagro

Ella también fue producto del marketing de la época. Aunque, a decir verdad, -y no nos gusta ese término de juguete roto como se lo pusieron tiempo después a fenómenos como Joselito o Marisol. Ana Belén fue una niña prodigio que tuvo que cambiar su nombre como lo hicieron también, Rocío Dúrcal y una gran lista de voces que nos acompañaron musicalmente a este país.

Portada de su nueva compilación

Hija de una portera y de un cocinero del Hotel Palace de Madrid, lleva desde los 13 años ganándose la vida. Y estos días ha celebrado su 70 cumpleaños. Es todo un mito y eso lo saben muy bien las diferentes generaciones que la han visto en el cine, en televisión, en los teatros y por supuesto, la han disfrutado en la música.

Esa niña, que ganó un concurso en Radio España con el gran Bobby Deglané, echa la vista atrás de todo lo que ha conseguido. Cuando María del Pilar se convirtió en Ana Belén, España aún seguía pasando hambre, y las radios se ponían aquellos largos seriales de Guillermo Sautier Casaseca. Lejos de ruborizarse, ha titulado su nueva compilación de canciones, ‘Ana Belén 70’.

Un recorrido de 50 años de carrera musical divididos en 4 cds editados en formato libro. Y que reúne 70 canciones donde no faltan, España camisa blanca, Agapimú, Lía, Contamíname o La Puerta de Alcalá. Canciones en solitario y colaboraciones de lujo como María Dolores Pradera, Antonio Flores, Lucio Dalla o su familia como Víctor Manuel o David San José, su hijo.

Todos disfrutamos de aquella niña en la película Zampo y yo. Ella sin embargo recuerda gratamente a todo el equipo excepto su director Luís Lucía, para muchos, el director de cine con más mala leche.

 

Mientras se preparaba concienzudamente en arte dramático en el TEM, Teatro de Estudio de Madrid con el mismísimo William Layton, empiezan a lloverle clásicos para representar. La Fortunata de Pérez Galdós, la Mari Gaila de Valle-Inclán y la Adela de García Lorca. Ha hecho a Shakespeare, Offenbach, Eurípides. Se ha metido en la piel de Fedra y Medea. Éxitos en la gran pantalla como La corte del faraón, La pasión turca y así más de una veintena.

Ana Belén ha estado ahí como el mismo Tom Hanks en Forrest Gump, testigo de todo. Estuvo en la huelga de actores de los años setenta, en las manifestaciones contra la OTAN junto con Miguel Ríos, Serrat, Rosa León, Sabina y Aute o llevando una de las miles de pancartas del ‘No a la guerra’. Pasó de ser la sonrisa del Partido Comunista a ser una artista que apoyó ‘con la ceja’ a Rodríguez Zapatero. Incluso a protagonizar un spot de la Comunidad de Madrid en tiempos del gobierno del PP.

Toda una vida unida a la música y a la de su compositor fetiche, su marido Víctor Manuel. Por cierto, se conocieron en un concierto junto a Julio Iglesias, este le reprochó a ella que no hubiese querido actuar en su biopic, La vida sigue igual. Hoy su casa se llena de recuerdos y de premios como el Goya de honor o el premio de honor en los Grammy latinos.

Ana Belén sigue convertida en todo un símbolo de libertad, pero también de pasión y lucha. Lo sabemos, los años no perdonan, pero sigue siendo inteligente, brillante y elegante. Sigue siendo una estrella.

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