Pili trabaja en una protectora de animales, y le encantan. Hace un tiempo encontró por el Facebook un perrito que se adoptaba, y ella lo acogió en su casa, le cogió mucho cariño y al cabo de unos meses le atropelló un coche, y como señal se tatuó su nombre en el brazo, a pesar del pánico que siempre le han dado las agujas. A parte tiene 2 gatos.